Sabó casero

COSTUMBRES Y TRADICIONES

DANIEL BONDIA GIL



Hasta mediado el siglo XX era habitual que cada familia se produjera su propio jabón para la colada, incluso para el aseo personal. Pronto vendrían los “jabones de olor”, las pastillas tipo “lagarto”, los geles y los detergentes para lavadora. Hasta en Maella se fabricaban jabones y detergentes en polvo en una pequeña fábrica, “La Industrial Maellana”.

 

Fabrica de jabón Maella. Lindusma. La Industrial Maellana
Publicidad de La Insdustrial Maella S.L. del año 1952

 

Sin embargo, se siguieron haciendo los jabones caseros, especialmente para la colada, reciclando aceites de cocina usados, sebo rancio y restos de grasas animales. Estos residuos, junto con la sosa cáustica, que se iban almacenando durante tiempo, constituían la materia prima necesaria.

El proceso consiste en cocer en un caldero durante un par de horas los ingredientes citados en una solución de sosa cáustica en agua, en una proporción que dependerá de las cantidades aportadas. Es importante que la ebullición sea constante durante toso el proceso, que acabará cuando la mezcla adquiera una consistencia pegajosa.

 

Anciana cociendo jabón
Anciana removiendo la mezcla en el caldero

 

Finalmente el resultado se deposita, utilizando una espumadera, en una caja de madera. a modo de molde. Al día siguiente se corta en piezas o pastillas y se deja secar durante cierto tiempo.

No era tarea fácil si se quería obtener un jabón duro y de calidad. Por eso unas pocas vecinas se juntaban para ayudarse mutuamente, dejando la dirección a la más experta “jabonera”.

 

Pastillas de jabón cortado.
Pastillas de jabón casero cortado

 

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